NATURAL DE MUJER.-
Se prendieron los fogones y una mezcla de aromas, formas y colores se añaden a una pizca de dulzura y emoción. Aventuras contadas al calor de la leña, con imaginables aventuras de lucha y liderazgo. El relato de voz cansada y apagada, nos hace soñar. Leyendas, vivencias, el valor después de una tragedia, la lucha contra la impunidad de la justicia y la corrupción, el sentir de un verso orgulloso de sus antepasados, son el menú de ésta tarde anaranjada.
“Si hubiera tenido la
oportunidad de estudiar, mi destino hubiera sido diferente”, cada palabra y
frase en nuestros oídos aplacan nuestros sentimientos machistas e ilógicos.
Pero el problema social
más trágico de la humanidad, ha sido formado e incentivado por el género
femenino, la lacra machista, se origina en frases como: “Los hombres no lloran”
(ustedes lo han comprobado). “Sírvale la comida a su hermano, el es hombre”,
“Así pegue, marido es”. Y demostraciones en contra de la integridad de la
mujer, como la pornografía y la prostitución.
Hace no mucho tiempo,
las mujeres eran elegidas y tomadas en posesión con una dote entregada a los
padres. Bien vista por el Clero y aceptada por el Buro Político. Pues una mujer
estaba destinada para servir a Dios y al esposo. Hacerse cargo de la decena de hijos, que irresponsablemente
alumbraba, la comida, la ropa lavada, los animalitos y la cosecha, siendo
agredida por el descuido de una arruga en la camisa o por el griterío de un
niño, de quien el esposo no podía hacerse cargo.
En aquel tiempo las
cosas eran así, hoy en día las mujeres siguen ocupando los mismos espacios, la
cocina y la cama, si podremos decir que sin golpes, pero con agresiones
psicológicas a su capacidad de entender el verdadero significado de la lucha
feminista y la integración de la mujer a la Política (decisión), cargos
públicos y movimientos culturales.
Y quizá precisaré, en recalar
en nuestra educación, que el peor monstruo de una sociedad unida, es el gusano
de la envidia, a través de los prejuicios. Cuántos de nosotros terminaremos
solos en un sillón, sin saber si los amigos algún día volverán, en esa máquina
del tiempo, llena de aromas, canciones y lugares. Solos, disfrutando de los
recuerdos y anhelando poder haber hecho un poquito más en cada tarea asignada
en nuestro destino.