EL PUEBLO DE NADIE

PATATE SIEMPRE HA SIDO cuna de grandes hombres, o al menos lo fue. Al final de los 60 e inicios de los 70, la población se unía en torno a la búsqueda de la cantonización. En aquellos años justamente, sobresalen varias figuras representativas de los patateños; pero sobre todo nace como cantón, la esperanza de un crecimiento sostenible, sin tener que depender de otras instancias.

Son casi 39 años de tener el título de Cantón de Tungurahua, y al parecer también 39 años de no saber qué queremos. Como que si luego de obtener lo que ambicionábamos, ya no nos acordamos para qué.

SOLO ASÍ SE PUEDE EXPLICAR la impavidez circular de los acontecimientos; en los que se siente que Patate se despierta únicamente para las fiestas, y la gente se reúne solo para beber, para elegir reina o para ver desfiles. Existe una falta de atención a los acontecimientos importantes, pasmosa. ¿Cuánto años va que los alcaldes y concejales nos ofrecen agua potable?, ¿Cuántos años va que las cooperativas de buses hacen lo que les da la gana?, ¿Cuántos abusos de autoridad se han dado últimamente?, ¿Quién pone las autoridades en este cantón?.

ES CLARAMENTE NOTABLE que quienes nos gobiernan, no tienen idea de lo que están haciendo, no existe un plan, un proyecto o una visión de lo verdaderamente necesario. Sus grandes obras son poner piedritas de colores en la calle y pintar bancas de blanco.

Se acercan las elecciones para el Gobierno Municipal, y ya se empiezan a mover las frutas. Comienzan los cambios de camiseta y las reuniones de los que buscan una oportunidad de ser candidato para cualquier cosa, su objetivo final es llegar al municipio para estar ahí, cobrar un sueldo, si se puede, irse de viaje, alzar la mano, aprobar algo y se acabó.

SI ESTO SIGUE ASÍ, seguiremos la inercia del fracaso maquillado. Terminamos siendo un pueblo de nadie, en el cual no estamos conformes pero no hacemos nada, ni siquiera quejarnos. Pueblo de nadie, pues a nadie le importa que vaya sin rumbo. Pueblo de nadie, porque nadie lo dirige; y es de nadie porque nadie hace nada por mejorarlo.

AL PARECER ES HORA ya de dejar a un lado ese chauvinismo que nos empieza a causar daño; es verdad que tenemos frutas, arepas y lindos paisajes, pero es verdad también que necesitamos una mejor calidad de vida; caso contrario seguiremos eligiendo reinas y tomando agua con tierra.